El verano es una de las estaciones del año más delicadas para las personas con Fibrosis Quística, que deben protegerse del calor como un grupo de riesgo y tomar medidas para prevenir la deshidratación. Por ello, desde la Federación Española de Fibrosis Quística, se ha creado un decálogo de pautas para ayudar a disfrutar de esta época del año y evitar sus posibles efectos adversos.
- Lleva ropa clara
- Ventila a primera/última hora
- Bebe, no esperes a tener sed
- Evita las bebidas con cafeína
- Procura ir a lugares frescos
- Aumenta el consumo de zumos
- Evita el alcohol
- Evita esfuerzos intensos
- Toma suplementos de sal
- Aporte extra de potasio
Durante los meses de verano es frecuente que las personas con Fibrosis Quística presenten deshidrataciones graves asociadas a pérdidas aumentadas de sal por sudor (sodio, cloro y potasio). Una complicación ligada a la enfermedad debida a una importante pérdida de sal y de agua por el efecto acumulado de una fuerte sudoración y de una elevada concentración de sal en el sudor.